El documento resume la estructura del Estado colombiano, incluyendo las tres ramas del poder público (legislativa, ejecutiva y judicial) y los diferentes niveles de gobierno territorial como departamentos, municipios y territorios indígenas. Destaca que Colombia es un Estado unitario descentralizado que reconoce la autonomía de sus entidades territoriales para administrar sus asuntos locales dentro de los límites establecidos por la Constitución y la ley.