El idioma español se originó del latín vulgar hablado en la Hispania romana. El latín evolucionó en variedades romances como el castellano antiguo, que es el origen principal del español moderno. Los textos más antiguos en castellano datan del siglo IX-XI en documentos y glosas conservadas en monasterios de Burgos y La Rioja. El castellano se expandió durante la Baja Edad Media debido a la Reconquista y la incorporación de otros reinos a la Corona de Castilla.