1. Revista Sociocultural Dirigida por: -Alfredo Pastor Ugena -Luis Manuel Moll Juan Web: www.laalcazaba.org Email: [email_address] Telf. : 605434707
2. Un paseo por los castillos de los “Hombres Buenos”
3. Los Cátaros, llamados “los bons homes” se consideraban como la verdadera “Iglesia de Dios”. Más pura y auténtica que la iglesia católica. Los albigenses fueron una secta herética de los siglos XI y XIII, que se extendió desde la ciudad de Albi (Occitania) de la que toma su nombre, por toda Europa. También conocida como "cátara" -del griego kataros (puro).
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5. E l catarismo fue un evangelismo que propugnaba la necesidad de llevar una vida ascética y la renuncia al mundo para alcanzar la perfección L os cátaros rechazaban el Antiguo Testamento. Igualmente, repudiaban la relajación de costumbres del clero medieval y las ansias de poder temporal de sus prelados. Admitían únicamente, el sacramento de la imposición de manos y rechazaban todos los sacramentos posteriores que no se fundaban en las Santas Escrituras .
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7. N egaban tajantemente la naturaleza divina de Jesús y rechazaban, igualmente, la eucaristía y la veneración de la cruz L os cátaros ofrecían a los creyentes un cristianismo en el que gracias a la vía de salvación ofrecida por Jesús se puede evitar la condena eterna; un cristianismo sin culto a la cruz; un cristianismo sin eucaristía, ....
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19. E n unos tiempos en que la Iglesia Católica solo citaba los textos sagrados en latín, con lo que resultaban incomprensibles para el pueblo, los cátaros los tradujeron a la lengua romance. Ahora, gracias a la labor de los perfectos, el Evangelio estaba al alcance de todos.
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22. E l catarismo, que adoptaba unas posturas muy críticas contra el materialismo de la Iglesia de Roma y cuyos adeptos eran tremendamente exigentes consigo mismos en cuanto a pureza de costumbres llegó a establecerse como una contraiglesia adecuadamente organizada, con su propio clero mixto y sus obispos. En las casas cátaras los buenos hombres vivían en comunidad, recibiendo la predicación de sus diáconos. Estas casas estaban abiertas a la sociedad de su entorno, no existiendo ningún tipo de clausura, sino que, por contra, sus habitantes entraban y salían en cualquier momento y los vecinos tenían igualmente acceso a ellas.
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31. El país de los Cátaros (Francia) España Mar Mediterráneo