Colombia enfrenta graves problemas ambientales que impactan su rica biodiversidad, siendo el segundo país más megadiverso del mundo. La deforestación, contaminación y actividades ilegales, como el narcotráfico y la minería ilegal, han deteriorado sus ecosistemas y aumentado la crisis ambiental. Las políticas gubernamentales y la expansión de monocultivos, junto con la violencia y desplazamiento forzado, exacerbando la destrucción de bosques y hábitats críticos.