El escolasticismo fue una corriente filosófica teocéntrica que floreció entre los siglos IX y XV. Tuvo su apogeo en el siglo XIII con figuras como Santo Tomás de Aquino, quien utilizó la filosofía aristotélica para armonizar la fe y la razón. La escolástica se caracterizó por coordinar la filosofía grecolatina clásica con la doctrina cristiana, y por debatir cuestiones universales que buscaban explicar el universo desde una perspectiva teocéntrica.