Plan estratégico para grandes empresas ante la crisis
1. Álvaro Sánchez Acebedo
Plan Estratégico General para Grandes Empresas
Un plan estratégico general para las multinacionales y las grandes empresas para
afrontar la crisis sería el siguiente:
La adaptación al cambio sentado las bases en el presente para proyectar nuevos
mercados con nuevos productos en el futuro. Es algo complicado por el tamaño de las
mismas, por la incertidumbre de los mercados y por el estrecho margen de maniobra
comercial que tienen actualmente, pero se ve notablemente compensada por que
tienen una mayor penetración en el mercado y eso gusta y da facilidades tanto a
proveedores, intermediarios y “partners” ya que se traducen en menores costes y
trabajan con unos buenos credenciales del prestigio de la gran empresa que trabaja
para ellos, y en los potenciales clientes (facilidad de acceso a los productos que
comercializa y cubrir las necesidades que demandan). Mayor penetración = mayor
prestigio y popularidad. Hay que ajustarse a las necesidades de estos protagonistas
del mercado, con ello se abrirán y crearán nuevas relaciones comerciales y de
compra-venta y por lo tanto las grandes empresas fabricarán nuevos productos y
ampliarán o incluso mejorarán su “portfolio” de bienes o servicios. Nuevos productos
significan nuevas ventas y nuevos clientes. A partir de ahí hay que conservarlos, con
lo que el departamento de marketing entra en acción con una ardua tarea.
La clave se encuentra en haber sido previsores: ¿Habéis hecho vuestro deberes
financieros?. Aquí entra en acción el departamento financiero y de control de gestión.
Lo fundamental de éstas grandes Compañías es que tengan una tesorería saneada,
poco apalancamiento financiero y operativo, y una deuda con los bancos
asumible. Para sobrevivir mientras dura el temporal de la recesión, es primordial que
éste tipo de empresas se autofinancien y así aumentar sus recursos propios, eso
implica moderación salarial, disminución del reparto de “bonus”, congelación de
incentivos y comisiones, beneficios a la productividad y menos reparto de dividendos
a los accionistas si se diera el caso que ésta gran empresa cotiza en bolsa (Ibex 35).
Son decisiones drásticas pero teniendo el grifo del crédito cerrado por los bancos, hay
que aprovechar el poco dinero que hay en circulación, para emplearlo en reactivar la
actividad empresarial mediante inversiones, teniendo muy en cuenta y calculados los
riesgos (ahora más que nunca); y con acciones empresariales estratégicas valientes y
audaces.
Los objetivos primordiales y los más importantes es conservar los puestos de
trabajo y mantener la rentabilidad y solvencia de la empresa con un excelente
músculo financiero como el “Charging Bull” de Nueva York.