Este documento resume la evolución de la economía y el comercio en Venezuela desde la época colonial hasta el período 1998-2007. Detalla los factores que determinaron el desarrollo de la economía colonial como la tenencia de la tierra, la mano de obra indígena y esclava africana. Luego describe la evolución del comercio durante el siglo XIX y la transición hacia una economía basada en el petróleo en el siglo XX. Finalmente, analiza el período 1998-2007 bajo el gobierno de Hugo Chávez y el enfo
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Politica comercial
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República Bolivariana de Venezuela
Universidad “Fermín Toro”
Vicerrectorado Académico Facultad
de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Ciencia Política
Barquisimeto, Edo. Lara
Políticas Comerciales
Estudiante:
Kellyx Perez
C.I.: 21.296.431
Materia: Economía Política II
Prof.: Salvador Savoia
SAIA A
Agosto, 2017
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INDICE
INTRODUCCION……………………………………………………………………… 3
ECONOMIA COLONIAL EN VENEZUELA………………………………………… 4
FACTORES QUE DETERMINARON EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA
COLONIAL …………………………………………………………………………….. 5
EVOLUCIÓN DEL COMERCIO DURANTE EL SIGLO XIX…………………….... 8
PERÍODO 1998-2007………………………………………………………………... 11
CONCLUSION…………………………………………………….………………….. 16
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INTRODUCCION
Desde la formación de las diversas naciones se ha desarrollado una fuerte
polémica sobre cómo deben los países instrumentar sus relaciones comerciales con
el resto del mundo. Sobre este particular, las diferencias escuelas de pensamiento
económico, han hecho énfasis en destacar dos planteamientos antagónicos: por
una parte, el esquema proteccionista y, por la otra, el planteamiento librecambista.
Es así como la política comercial se define como el manejo del conjunto de
instrumentos al alcance del Estado, para mantener, alterar o modificar
sustantivamente las relaciones comerciales de un país con el resto del mundo;
comprende, entre otros, la política arancelaria, que es un mecanismo protector y de
captación de recursos para el erario nacional bajo la forma de impuestos indirectos,
que gravan las operaciones del comercio exterior; añadiendo un componente
artificial al precio del artículo y volviéndolo, por tanto menos competitivo.
Desde el principio de nuestros tiempos, Venezuela fue un país con muchos
productos para la subsistencia de nuestros aborígenes y con la llega de los
españoles a estas tierras, se empezó a crear la economía colonial, la cual se formó
a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII.
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Economía Colonial en Venezuela
La historia económica de Venezuela estuvo fuertemente influenciada por el
cultivo y la comercialización de cacao durante el período colonial, y de café, durante
el siglo XIX e inicios del siglo XX. Puede decirse que, gracias a
la economía cacaotera y cafetalera, los venezolanos disfrutaron de algunos
momentos de prosperidad, hasta que con la aparición del petróleo la economía
venezolana comenzó a depender fundamentalmente de los hidrocarburos.
Los productos vitales para sustentar el desarrollo de la hacienda, en lo que
corresponde a los oficios bien conocidos por los indígenas, fueron la hechura de
botijas, la agricultura y el arrieraje, que no siempre corría por cuenta de
la población esclava, pues tanto ésta como la población indígena se destinaban a
trabajos de lagaradas, vendimias y limpias, entre otros oficios.
Cada hacienda tiene un caso particular: mientras las haciendas más grandes,
presentan necesidad de mano de obra regular, a pesar de la esclava, las menores
sólo tienen algunos casos sueltos. Seguidamente revisamos el descargo
correspondiente en el período comprendido entre los años de 1767 a 1800, de siete
haciendas seleccionadas para el presente estudio. La mano de obra indígena: Los
indios sometidos quedaron obligados a trabajar para los colonizadores, quienes los
utilizaron primordialmente en Las Encomiendas y Las Misiones. Más tarde, la mano
de obra negra fue incorporada al trabajo de la Colonia y se utilizó principalmente en
las plantaciones de cacao. La economía colonial inicialmente estuvo representada
por la extracción de perlas y la explotación de yacimientos minerales; pero al lado
de esas actividades progresan la agricultura y la ganadería como actividades
complementarias que suministran los productos necesarios para el sustento de la
población. Tomó impulsos cada vez más vigorosos a medida que decaía la actividad
minera.
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Factores que determinaron el desarrollo de la economía colonial
1.- Tenencia de la Tierra: Como consecuencia del descubrimiento, conquista o
colonización, tierras fueron declaradas propiedad de los reyes. Es decir, el Estado
Español adquirió el derecho de propiedad sobre todo los territorios. Las tierras
constituyeron una de sus más apreciadas regalías, las cuales abarcan todos los
bienes que les pertenecían: tierras, aguas, bosques, perlas, minas, bienes
mostrencos, bienes vacantes, entre otros. Con el tiempo una parte de las tierras
pasaron a manos de los particulares, unas veces por donación y otras por venta.
Las que estaban en poder de la Corona, se denominaron Tierras realengas
(Reales); y las que pasaron a manos particulares constituyeron la Propiedad
Territorial, la cual tuvo su origen en las encomiendas, capitulación, Mercedes,
Ventas y Composiciones de Tierras, repartimiento, latifundio.
Capitulación: era una especie de contrato mediante el cual el monarca
español delegaba en los conquistadores la potestad de repartir tierras y solares
entre pobladores. La tierra para la labranza y solares para la construcción de sus
viviendas.
Mercedes de Tierra, este repartimiento significó un privilegio ya que, son las
donaciones reales de bienes y títulos que la Corona otorgaba a los particulares
como recompensa por los servicios prestados en el proceso de conquista y
colonización.
Composición de las Tierras: A la etapa de los repartimientos por medio de las
mercedes, sigue otra de control de las adjudicaciones recibida por los colonos,
que implicó la revisión de los títulos de repartimientos hechos con anterioridad. Esta
revisión se hacía para verificar si existía correspondencia entre la extensión de
tierras señalada en el titulo original y la que ocupaba quien la había recibido. Si se
constataba que había tierras en exceso, la persona debía componer (pagar su valor
en dinero) por el área que poseía en demasía. Si no lo hacia la perdía con todas
sus bienhechurías.
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La Encomienda: Era un reparto de tierras que se efectuaba entre los
conquistadores y colonos españoles, que no implicaba propiamente
la propiedad de la tierra, sino sólo su posesión y el derecho a recibir tributo en
especie y/o trabajo de los indios, a los cuales los encomenderos españoles debían
adoctrinar en la fe y satisfacer sus necesidades en cuanto a: educación,
alimentación, vestido y vivienda.
Repartimiento: Fue la asignación de indígenas como fuerza de trabajo
gratuito para los encomenderos de la América española o para la corona.
2.- La mano de obra indígena: El proceso productivo colonial en su periodo inicial
descansó sobre los hombros del indígena encomendado, que sometidos quedaron
obligados a trabajar para los colonizadores, quienes los utilizaron primordialmente
en Las Encomiendas y Las Misiones. El esfuerzo desplegado en su duro trabajo fue
el que originó la prosperidad agrícola futura y el que, en consecuencia comenzó a
darle valor a la tierra. El indígena acondicionó vastas áreas territoriales que
incorporó a las actividades agrícolas. De esta manera, el paisaje natural quedó
transformado en paisaje económico.
La riqueza agrícola aborigen había prosperado, en los Valles, las
depresiones, los altiplanos y otras tierras de la región costa montañosa mucho antes
de la llegada del conquistador.
La valoración que el indígena dio a la tierra fue un factor relevante que atrajo
al colono español e hizo que éste estableciera su agricultura sobre las áreas
comunales indígenas.
La mano de obra de la población indígena permitió el proceso de cultivos
tanto autóctonos como foráneos y el establecimiento de la ganadería, lo cual tuvo
una significación histórica para el desarrollo de la economía.
3.- La mano de obra negra esclava: A partir de la segunda mitad del siglo XVII
correspondió a la fuerza de trabajo de la población negra, traída de África en calidad
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de esclava, la tarea de continuar la obra iniciada por el indígena; lo que condujo al
fortalecimiento y consolidación de la empresa agrícola. Se utilizó principalmente en
las plantaciones de cacao, para la explotación de perlas y minas descubiertas.
Las primeras licencias que se dan para introducir a los negros esclavos en
las regiones del oriente del país fueron en 1525. Y en 1528 los Welser reciben un
asiento para introducir 2.500 esclavos negros. Se formaron áreas de población
negra, las cuales se ubicaron en las regiones Costa Caribe (Paraguaná y Golfo de
Paria), Valles Centrales (Valles del Tuy, Aragua y Barlovento) y en los Llanos de
Maracaibo.
Tanto la importación como el contrabando de esclavos, se prolongó hasta los
últimos años de la colonia y fue prohibida por la Junta Suprema instalada en
Caracas a raíz de los sucesos del 19 de abril de 1810.
En las provincias venezolanas muchos negros lograron “comprar” su libertad.
Pero muchos de esos negros (ya libres), seguían trabajando en la hacienda se su
antiguo amo, pues se encontraban sin tierras y sin ayuda para solventar activamente
la vida económica.
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Evolución del Comercio Durante el Siglo XIX
El siglo XIX se caracteriza por un importante despegue en el crecimiento económico,
frente a los siglos anteriores cuyo crecimiento económico fue mucho más lento. De
acuerdo con Kuznets (1967), durante todo el siglo XIX el crecimiento del comercio
fue mayor que el de la producción, Se estima que el comercio internacional pasó de
una participación del 3 por 100 sobre el valor de la producción a principio de siglo,
a un 33 por 100 hacia 1913, por lo que bien puede decirse que a lo largo del siglo
se produjo una importante internacionalización comercial. El período de mayor
crecimiento fue el comprendido entre 1840 y 1870, con un incremento total del 64,4
por 100 y las tasas anuales más elevadas. A partir de 1870 el comercio internacional
continuó creciendo a tasas anuales más moderadas, aunque siempre superiores al
crecimiento del PIB.
Ahora bien, Desde el siglo XX, en la medida que Venezuela se consolida como
potencia productora y exportadora de petróleo, el resto de su aparato productivo de
bienes y servicios juega un papel secundario, generando una marcada dependencia
y vulnerabilidad. La conciencia sobre esta problemática ha existido desde hace
muchos años y ha estimulado un conjunto de acciones orientadas a su
transformación. Sin embargo, el proceso de cambio ha sido débil, errático y ha
colapsado en los últimos años durante el actual gobierno bolivariano, periodo en el
cual el país se ha concentrado en las exportaciones petroleras y ha desarrollado
una agresiva política de desindustrialización y destrucción de la capacidad
productiva nacional.
Con la aparición del petróleo y su progresiva explotación industrial, el país modifica
su estructura agrícola-rural y se facilita la llamada modernización: el crecimiento de
centros urbanos, niveles de alfabetización y progresiva transformación productiva.
Para los años sesenta, con el predominio del modelo de sustitución de
importaciones en la región, se inicia un proceso de estímulos para formar una
economía no petrolera, que tiene como expresión emblemática el desarrollo
industrial en la Guayana venezolana. Asimismo se adoptan algunas medidas para
la promoción de la capacidad productiva no petrolera e incluso para la promoción
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de exportaciones. Al respecto, cabe destacar la creación del Fondo para el
Financiamiento de las Exportaciones (FINEXPO); la incorporación de Venezuela en
la Asociación Latinoamericana de Integración (ALALC); y el uso de medidas para-
arancelarias orientadas a la generación y protección de la capacidad productiva.
En ese periodo también resalta la creación del Instituto de Comercio Exterior (ICE),
orientado a la promoción de las exportaciones no petroleras y la administración de
las negociaciones comerciales internacionales; y la incorporación al Grupo Andino
con la suscripción del Acuerdo de Cartagena en 1973, que desde su establecimiento
pretendía conformar una zona de libre comercio, una unión aduanera y un mercado
común. La Venezuela no petrolera crecía lentamente bajo una protección oficial
débil y poco estructurada, que inicialmente se concentró en el manejo discrecional
de instrumentos para-arancelarios y más concretamente en las llamadas notas del
arancel de aduanas. En ese contexto se fue generando capacidad productiva en el
sector agrícola primario y en la agroindustria, así como un importante parque
industrial en sectores como siderurgia, aluminio, vidrio, metalmecánica y forestal.
Sobresalen otros sectores que alcanzaron cierta capacidad productiva e incluso
exportadora como la industria para el ensamblaje automotriz, cerámica y textiles.
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Período 1998-2007
A partir del cambio político ocurrido en Venezuela en 1998, autores como
Hernández (1999), Mujica (2000), Parker (2003), García H. (2004) y Guerra (2004)
señalan que contrariamente a los preceptos neoliberales y marcando una ruptura
con ellos, el Estado venezolano empezó a concebir un modelo de sociedad
fundamentado en la profundización democrática, la soberanía nacional y en el
reconocimiento de las necesidades populares; por lo cual se considera que con ello
se ha afinado una política que apunta hacia una alternativa creíble y viable ante el
neoliberalismo, ante el capitalismo subdesarrollado.
Desde los primeros meses de su gobierno, Chávez comenzó planteando la
necesidad de combatir el neoliberalismo salvaje y buscar un capitalismo más
humano. No se trató ni de un proyecto socialista, ni de un proyecto básicamente
estatista; sin embargo, en la mayoría de los documentos doctrinaros iniciales del
movimiento bolivariano, el Estado aparece como eje articulador principal de la
transformación de la sociedad. El proceso de cambio y el propio discurso del
mandatario venezolano, fueron evolucionando y radicalizándose hasta desembocar
en la declaración pública en la que se plantea la necesidad de crear el Socialismo
del Siglo XXI, bajo un ambiente democrático, participativo y protagónico, rompiendo
así con los viejos esquemas.
Es así como el Gobierno Nacional, a partir de su instalación, asumió con toda
prontitud la necesaria transición política, económica y social. Su acción estratégica
trascendió el simple activismo político, definió claramente las prioridades que
servían de base para la elaboración y aplicación de nuevas políticas públicas y se
establecieron múltiples acciones y responsabilidades encaminadas a un tipo de
desarrollo en la que todos los ciudadanos y sus instituciones se convierten en
actores de su propio destino. Para comenzar este proceso de cambio, el primer
mandatario nacional aplicó un programa llamado “De Transición”, para el período
1999-2000.
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Con este programa se comenzaron a crear las condiciones para propiciar
progresivamente la reactivación productiva, la estabilidad económica, la
disminución de los altos índices de inflación, así como la creación de empleos, lo
cual generaría una mayor equidad en el acceso al bienestar de toda la población. A
continuación se muestra, en líneas generales, las principales políticas aplicadas
para este lapso de tiempo.
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En la Actualidad, el país se retiró del Tratado de Libre Comercio con
Colombia y México en el 2006, y de la Comunidad Andina en el 2011. Logró entrar
al Mercosur en el 2012, venciendo seis años de oposición del Paraguay. En
diciembre del 2016 fue suspendido por incumplimiento de sus obligaciones en
materia de derechos humanos y comerciales, pues no ha adoptado 116
Resoluciones del Mercosur. Maduro, sin sonrojarse, respondió que ha cumplido con
el 95 por ciento de sus obligaciones, y su canciller Delcy Rodríguez, al no haber
sido invitada al consejo celebrado en Buenos Aires, después de la suspensión, trató
de meterse por la ventana. La política comercial de Venezuela también le ha dado
la espalda a la Organización Mundial del Comercio.
Desde hace 15 años no se somete al examen de su política comercial como
lo hacen, religiosamente, los demás países. Tampoco cumple con la obligación de
transparencia de notificar sus medidas comerciales (sanitarias, licencias de
importación, valoración en aduanas, propiedad intelectual, entre otros), ni tiene
registrados los puntos de contacto de sus autoridades. Su política comercial es
opaca e impredecible. La canasta exportadora venezolana consta casi,
exclusivamente, de petróleo, pues, a falta de insumos, la producción nacional
colapsó. Su principal socio comercial es su archienemigo, Estados Unidos. El
comercio con su archiamigo, Cuba, es trueque: petróleo a cambio de profesionales
de la salud y de la seguridad pública.
Con China y Rusia tiene otra forma de trueque: créditos pagaderos con
petróleo; actualmente está colgado en los pagos. El arancel promedio para la
agricultura es del 11,9 por ciento, y para la industria, 13 por ciento. Pero los dos
mayores obstáculos al comercio son la exigencia de licencias de importación y el
monopolio de la moneda extranjera ostentado por el gobierno. No obstante, las
importaciones de las empresas del Estado no necesitan licencias ni tienen que
pagar aranceles. Venezuela está clasificada en el puesto 187 de 190 en la medición
realizada por el Doing Business sobre la eficiencia de los trámites del comercio
transfronterizo (solo supera a Eritrea, Yemen y el Congo). El procedimiento para
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una importación dura 46 días, para una exportación 22 días, y para sacar una
mercancía de la aduana, 10 días.
El valor de todas las variables del sector externo está en caída libre. En el
2016, las importaciones cerraron en 18 billones de dólares, habiendo alcanzado un
pico de 59,1 billones de dólares en el 2012; las exportaciones de petróleo cayeron
a su peor nivel, con una producción de apenas 1,2 de millones de barriles diarios
frente a un pico de 3 millones; las reservas internacionales cayeron a 10,4 billones
de dólares (Colombia tiene 47 billones de dólares), el 71 por ciento de las cuales
están representadas en oro. Las ventas de Colombia a Venezuela, que alcanzaron
un pico de 6,1 billones de dólares, cayeron a 614 millones.
Por otra parte, es importante mencionar que, el comercio exterior no explica
el nivel general de empleo de un país: la tasa de desempleo en Venezuela es del
21 por ciento, mientras que su balanza comercial, históricamente, ha sido positiva
(Estados Unidos tiene el mayor déficit comercial del mundo, pero su economía,
según el Federal Reserve, tiene casi pleno empleo). La protección comercial no es
la mejor política industrial, pues encarece los insumos y afecta negativamente la
competitividad. Para exportar hay que importar: Venezuela solo exporta un
producto, al que no le agrega valor.
Debemos potenciar nuestra economía local para exaltar la bondades de los
productos no tradicionales, buscando resaltar las ventajas competitivas hacia el
mundo exterior; sin dejar de satisfacer las necesidades locales, es decir, sin
descuidar el mercado interno. En tal caso, el estado desempeña un papel
fundamental para el apoyo de esta ardua labor conjuntamente con la participación
de los entes privados y colectivos, llámese a industrias y empresas privadas,
cooperativas, así como personas naturales, de tal manera poder recuperar nuestra
participación en los mercados externos y traer riqueza y bienestar a nuestros
ciudadanos. Se requiere de una política de comercio exterior con énfasis en la
explotación de nuestras ventajas más que en nuestros deseos y empatías
ideológicas, que estimule el desarrollo armónico del aparato productivo nacional,
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impulsando las ramas con mayores efectos multiplicadores sobre la producción, la
inversión física, el empleo y el ingreso nacional.
Existe una experiencia exitosa de exportación de productos no
tradicionales con los países vecinos que debemos profundizar gracias a los
acuerdos con los bloques de integración económica como la Comunidad Andina de
Naciones. En materia del patrón de cambio, hay que propiciar precios competitivos
de nuestra paridad monetaria y en concordancia con los mercados internacionales
de moneda extranjera; adicionalmente resulta imperativo que el marco jurídico y
todos los entes involucrados en el sistema de administración de divisas garanticen
también el impulso de las exportaciones no tradicionales.
En una reunión en el Banco Central de Venezuela (BCV) el ministro para
Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Farías, informó que Venezuela se
prepara para impulsar nuevos acuerdos comerciales. La meta, según Farías, es
atraer inversiones internacionales y proyectar la economía venezolana. Una de las
estrategias expuestas fue el lanzamiento de una nueva ruta naviera para el Caribe
y Centroamérica. Esta ruta estará “al servicio de todos los actores económicos de
este país, públicos y privados”. El objetivo del proyecto es la creación de una zona
económica y de integración con el Caribe.
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CONCLUSION
Tanto el comercio, como la política comercial, son actividades económicas
dinámicas, es decir, evolucionan con el tiempo. Es por ello, que las teorías
explicativas sobre los intercambios de bienes y servicios se han multiplicado,
tratando de dar respuestas más acertadas a lo que acontece en el intercambio de
bienes y servicios, y al porqué la política comercial está desempeñando un papel
cada vez más esencial en la economía de los países. Encontramos dentro de este
análisis, y con carácter general la liberalización de los intercambios de mercaderías
y servicios, sin embargo aclaro que no podemos afirmar o concluir que se puedan
hacer extensibles a todos los países. En ocasiones la aplicación de barreras
comerciales puede convertirse en la mejor opción para maximizar sus propios
beneficios, aunque ello implique el perjudicar a una economía global.
La política comercial ha tenido diferentes alternativas (bilateralismo,
multilateralismo) que a menudo se han considerado contrapuestas. Una revisión
histórica nos permite extraer conclusiones importantes sobre el consenso en torno
a las reglas del comercio y el elemento institucional en el marco de las relaciones
comerciales internacionales. La falta de normas estables y de consenso en torno a
las mismas ha posibilitado reacciones proteccionistas.