La honra se refería originalmente al respeto hacia los difuntos, pero también representaba la identidad y reputación de una persona. Se podía perder la honra por robos, cobardía, adulterio u otros actos deshonrosos. En algunos casos, se podía recuperar la honra mediante duelos o victorias en batalla. Hoy en día, la honra sigue significando respeto, dignidad y buena reputación, y es un derecho humano fundamental aunque a veces se menosprecia a través de actos como el maltrato de género o la violación.