El documento argumenta la necesidad de implementar intervenciones tempranas para los niños y evaluar dichas intervenciones de manera sistemática. Señala que la evaluación es éticamente importante para usar los recursos públicos de manera adecuada y técnicamente importante para mejorar la calidad de los programas. También destaca la falta de integración de las evaluaciones en Chile en un sistema de evaluación que permita monitorear los objetivos y el desempeño del sistema educativo preescolar.