El documento argumenta que Chile necesita una reforma municipal profunda para fortalecer a los municipios. Propone darles más autonomía, descentralización y financiamiento. Actualmente, los municipios tienen atribuciones y responsabilidades severamente limitadas, y reciben solo el 12% del gasto público total, versus el 30% en países desarrollados. La reforma debería permitirles administrar asuntos locales y aumentar su participación en los ingresos públicos totales al 15% en 10 años.