Este documento compara la oralidad y la escritura como formas del lenguaje. Señala que aunque la oralidad y la escritura son distintas, la oralidad no es menos organizada que la escritura. Luego, destaca algunas características de la oralidad como tener un buen ritmo al hablar, uso de movimiento corporal, emocionalidad y vocabulario adecuado. Finalmente, menciona que la escritura también tiene capacidad de abstracción y que el uso de imágenes y fotos puede fortalecerla.