La práctica docente implica más que aplicar técnicas de enseñanza y se fundamenta en cuatro dimensiones: interpersonal, institucional, personal y social. Involucra el diálogo y trabajo en grupo para manifestar dudas, entender conceptos y avanzar en la búsqueda de la verdad. También considera las relaciones complejas entre docentes, alumnos, directores y padres, así como el contexto histórico, político y cultural en que se desarrolla la labor del docente.