Corea del Sur se ha convertido en una potencia económica y social a nivel mundial gracias a su énfasis en la educación, exportaciones y apoyo estatal a grandes conglomerados. El país ha logrado un alto desarrollo a pesar de su pequeño tamaño debido a su transición exitosa hacia la democracia, estabilidad política y crecimiento en sectores como la industria automotriz y electrónica. La educación y oportunidades laborales han impulsado a la población surcoreana.