La innovación abierta se basa en la idea de que las empresas no pueden depender únicamente de su propia investigación, sino que deben comprar o licenciar procesos e invenciones de otras empresas. Aunque el código abierto y la innovación abierta podrían entrar en conflicto por cuestiones de patentes, no son mutuamente excluyentes. Algunas iniciativas combinan ambos conceptos permitiendo que las empresas cooperen dentro de una red de innovación abierta.