El proceso básico de mediación consta de cuatro fases: 1) Premediación, donde se evalúa la adecuación de la mediación y se conocen los antecedentes del caso; 2) Narrativa, donde cada parte cuenta su versión de la historia; 3) El situarnos, donde se logra una nueva perspectiva sin culpables donde ambas partes buscan soluciones; 4) Arreglar, donde se plantean posiciones e intereses y se buscan opciones de solución que satisfagan a ambas partes.