El documento describe un modelo de evaluación formativa basado en competencias que involucra la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación del estudiante. El proceso de evaluación consta de cuatro etapas: 1) establecer los resultados de aprendizaje y criterios de evaluación, 2) realizar evaluaciones periódicas para medir el progreso, 3) convertir los resultados en porcentajes para determinar la nota final, y 4) comunicar periódicamente el progreso del estudiante. El modelo busca mejorar continuamente el aprendizaje a través del compromiso