Los procesos de independencia en América Latina ocurrieron entre 1808 y 1826 y resultaron en la separación de las colonias españolas en Latinoamérica y la independencia de muchos de sus estados. Fue un proceso liderado por las minorías criollas y blancas que no promovió cambios sociales, sino solo un cambio de poder. Además, fue un proceso largo y complejo que involucró luchas contra los españoles y enfrentamientos entre los propios americanos.