Para mejorar la comunicación familiar, es importante practicar el diálogo de una manera equilibrada, escucharse mutuamente con atención y respetar los silencios. Un diálogo efectivo, el escuchar activamente y los momentos de silencio permiten que todos los miembros de la familia se expresen y se sientan comprendidos, lo que fortalece los vínculos familiares.