El realismo surgió en oposición al idealismo de épocas anteriores, retratando la vida cotidiana y los temas comunes de las personas. Se desarrolló en Francia después de 1848, liderado por Gustave Courbet, quien representó las inquietudes sociales de la época a través de la pintura de temas cotidianos. Otros exponentes notables fueron Daumier, Millet y Corot, quienes analizaron las debilidades sociales de la época a través de la pintura realista.