El movimiento del Realismo surgió en Francia en 1840 y se extendió a otros campos como la literatura y la pintura. Tuvo como objetivo representar el mundo de una manera verídica y objetiva, basándose en la realidad como única fuente de inspiración. Rechazaba el subjetivismo romántico y mostraba escenas de la vida cotidiana y del trabajo para denunciar las convenciones burguesas e hipocresía a través de un arte comprometido socialmente. Gustave Courbet fue su principal exponente, caracterizándose por ser un