El realismo surgió en la literatura y las artes entre 1850 y 1870 como una reacción contra el idealismo romántico. Se centró en temas cotidianos y problemas sociales en lugar de temas sobrenaturales. Artistas como Courbet y Millet se inspiraron en la vida cotidiana y paisajes naturales. El realismo buscó reflejar la realidad de una manera objetiva a través de descripciones detalladas.