El documento describe dos enfoques para la comunicación: de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera. La comunicación de afuera hacia adentro permite transmitir grandes cantidades de información, pero la gente puede racionalizarla. La comunicación de adentro hacia afuera habla directamente con la parte del cerebro que controla el comportamiento y permite a la gente racionalizar las decisiones y acciones. El documento también enfatiza la importancia de inspirar a otros a través del liderazgo basado en principios y creencias para lograr el cambio.