Este documento reflexiona sobre la necesidad de inclusión y normalización de las diferencias humanas como las alergias, intolerancias y discapacidades. Históricamente, estas condiciones se consideraban raras y estigmatizadas, pero ahora se reconoce que forman parte de la diversidad inherente a los seres humanos. Por lo tanto, se debe dar cabida a todas las situaciones personales en la escuela y la sociedad, ofreciendo alternativas para que cada persona pueda participar libremente sin etiquetas discriminatorias.