El gasto público incluye inversiones realizadas por los gobiernos que afectan el nivel de renta nacional, y debe reducirse durante periodos de inflación para manejar la demanda agregada. Se clasifica en gasto corriente como salarios y servicios, gasto de capital para infraestructura, e inversiones financieras. Los gastos van desde obligaciones inmediatas hasta programas dirigidos a reducir desigualdades, por lo que es importante saber en qué áreas se destina el presupuesto público.