La reforma energética de 2013 en México permitió la inversión privada en la exploración y extracción de petróleo y gas. Los objetivos de la reforma incluyen mejorar la economía familiar al reducir costos de energía, aumentar la inversión y empleos, y fortalecer a Pemex y CFE dándoles más autonomía. La reforma también tiene ventajas como reestructurar Pemex, invertir en tecnología e investigación, e impulsar la imagen internacional de México, pero también hay desventajas como pérdida de