La relación entre el paciente y el odontólogo debe ir más allá de la recuperación de la salud bucal del paciente. El odontólogo debe facilitar el proyecto de vida del paciente de manera ética y respetando su dignidad. Los tratamientos odontológicos deben mejorar la vitalidad general del paciente considerando también los factores sociales y no solo ser estructuras mecánicas. Los problemas dentales pueden afectar significativamente la vida de una persona, por lo que el odontólogo debe valorar ampliamente la salud del paciente.