Sarita Colonia nació en 1914 en Huaraz, Perú en una familia pobre. Tras la muerte de su madre cuando era niña, se hizo cargo del cuidado de sus hermanos menores. Murió en 1940 a los 26 años en el hospital de Bellavista, aunque su familia cree que fue por una sobredosis de aceite de ricino y no por paludismo como indica su certificado de defunción. Tras su muerte, se le atribuyen milagros y goza de gran devoción popular aunque no está reconocida como santa por la Igles