Aquí resumo en tres páginas el complejo libro del Dr. Rafael Echeverría "Ontología del Lenguaje". Un libro escencial para los practicantes del coaching ontológico.
El resumen puede ayudar a entender la obra. Quizás no tanto antes de leerla, sino después de haberlo hecho.
1. Ontología del lenguaje
Reseña del libro de Rafael Echeverría Ontología del Lenguaje. 2005. Chile. J.C. Sáez. Lom Ediciones.
Por Rónald Miranda1
Nota aclaratoria: La estructura del libro, aparte de la circularidad de ideas, organiza el contenido alrededor
de dos ejes. Uno podría llamarse el de la ruptura, en tanto establece una crítica que destruye o disuelve
paradigmas y argumentos tradicionales y vigentes acerca de lo que determina al ser humano. El segundo eje
es alrededor de la propuesta que se despliega mediante principios, postulados, distinciones, juicios y
prácticas sociales que permiten diseñar cambios en el ser humano.
El presente resumen se enfoca en el segundo eje pues es el que se refiere a lo central de la ontología del
lenguaje, en tanto que el primer eje es acerca de lo que NO es la ontología del lenguaje. Así el resumen trata
de recuperar las ideas esenciales de lo que el Dr. Echeverría propone en su obra.
El objeto de la ontología del lenguaje es el devenir del ser humano (como ser ontológico), de las personas en
particular y de la forma en que se pueden emprender acciones a partir de las posibilidades que se crean al
hacer uso del poder generativo y recursivo del lenguaje para el diseño de futuros y la orientación del cambio;
además, del uso del poder con que cuentan las mismas personas. Todo ello dentro de un ética de la
convivencia humana, basada en el respeto mutuo de las personas en tanto observadores diferentes.
La ontología del lenguaje establece tres principios que en esencia expresan lo siguiente: 1) Principio del
observador: “Somos seres interpretativos”, significa que no sabemos cómo son las cosas, solo sabemos
cómo las interpretamos; 2) Principio de la acción: “Somos de acuerdo a como actuamos” significa que
mediante acciones generamos el ser que somos; y 3) Principio del sistema: “Actuamos de acuerdo a sistemas
sociales, pero podemos cambiar esos sistemas”, este principio reconoce el poder que tenemos para lograr
cambios.
A los tres principios ontológicos se une un listado de distinciones y postulados, entre ellos se destacan aquí
los siguientes:
El ser humano es un ser lingüístico. El construye interpretaciones del mundo y del mismo ser humano a
partir de actos lingüísticos diversos, entre los cuales caben las siguientes distinciones: Los actos del habla: al
hablar actuamos mediante el uso de afirmaciones, declaraciones, juicios, pedidos, aceptaciones y promesas.
Los actos de la escucha: permiten validar el habla y detectar la inquietud que mueve a la persona escuchada
a partir del acto de la apertura que comporta aceptar al otro como diferente, acoger el alma y evitar el ego
propio. Así la escucha posibilita reconocer la acción contenida en lo escuchado, la inquietud que mueve a
quien habla, las posibilidades que se abren con lo que escuchamos y llegar a comprender la estructura de
coherencia que da sentido y significado a la persona que es escuchada (acceder a su alma).
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Heredia, Costa Rica. Setiembre del 2011. Programa de Certificación en Coaching Empresarial. AIAC.
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2. Las conversaciones: Los actos conversacionales incluyen historias o narrativas con las que las personas dan
sentido a su existencia, pero además tienen el poder de propiciar acciones consecuentes y de lograr
transformaciones mutuas entre las personas. Cuando las conversaciones son públicas tienen la cualidad de
configurar relaciones entre personas o también en el contexto de las organizaciones. Las personas también
generan conversaciones privadas en su propia mente.
Es posible diseñar diferentes tipos de conversaciones que resultan útiles para lograr quiebres, así se puede
conversar: 1) acerca juicios personales (se expresan estilos explicativos y permiten definir dominios como
quién se hace responsable de un quiebre, qué dominio particular incluye o en qué espectro de tiempo
acontece); 2) para coordinar acciones, pedir ayuda o lograr que algo pase con el concurso de dos o más
personas; 3) para establecer posibles acciones en situaciones que no se sabe cómo proceder; y 4) para
establecer posibles conversaciones cuando sea necesario propiciar la actitud hacia la escucha.
En el contexto de las organizaciones se establecen redes de conversaciones que contribuyen a dar sentido de
unidad e identidad. A partir de conversacionesse establecen ciclos de promesas como parte de la
coordinación de acciones; sin embargo, la interpretación de los significados de muchas de esas
conversaciones se dan en tanto existe un trasfondo compartido cuya comprensión es fundamental,
especialmente en el proceso de gestión (el management).
El ser humano está condicionado por su biología: en distintos espacios del libro se argumenta que la
constitución biológica afecta las funciones que hacen posible y que limitan las percepciones y la expresión de
emociones en el cuerpo humano. El dominio biológico del cuerpo consiste de sistemas y estructuras
anatómicas (órganos) y además de un conjunto de procesos fisiológicos y neurológicos. Los factores
biológicos condicionan la corporalidad de las personas, la cual se hace visible en las posturas, los gestos y los
movimientos. Los seres humanos estamos bilógicamente limitados (no hacemos nada más allá de lo que el
cuerpo es capaz de hacer); sin embargo, el humano (ser ontológico) traslada al lenguaje la generación de
distinciones que van más allá de lo biológico; por ejemplo: dolor y sufrimiento, oir y escuchar, los sentidos y
las emociones. Por tanto, para el diseño de cambios en las personas, en el coaching se aprovecha, mediante
intervenciones, la influencia mutua entre los dominios de la corporalidad, la emocionalidad y el lenguaje.
Las emociones surgen como reacciones instantáneas a determinados tipos de acontecimientos o quiebres
(interrupciones en el fluir de la vida); es posible propiciar acciones modelando las emociones. A partir de las
emociones, las personas generan estados de ánimo que se mantienen por tiempos más prolongados, no se
desencadenan por acontecimientos particulares y constituyen predisposiciones para la acción. Hay estados
de ánimo positivos como la felicidad, entusiasmo o admiración; y estados de ánimo negativos como la
tristeza, ansiedad o miedo. Es posible cambiar los estados de ánimo a partir de reconstruir lingüísticamente
la relación entre los acontecimientos y los juicios que construimos acerca las posibilidades futuras que se
generan de esos acontecimientos.
Hay cuatro estados emocionales básicos. Dos de ellos, el resentimiento y la resignación se dan cuando hay
una negación, producto de sentirse víctima o de tener fijo el juicio de que no es posible cambiar la causa de
esas emociones. Esos estados de ánimo pueden ser desplazados hacia la aceptación y la ambición
respectivamente. El paso del resentimiento a la aceptación se logra mediante declaraciones que cierran lo
sucedido en el pasado; mediante quejas y reclamos, con la validación de supuestos, con declaraciones de
perdón o de término de una relación, estableciendo peticiones y promesas claras y haciendo públicas algunas
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3. conversaciones privadas. El paso de la resignación a la ambición también se logra mediante la revisión de los
juicios y los supuestos entorno a los generadores de esos estados de ánimo, además, de examinar las
competencias o incompetencias para hacer pedidos y para detectar posibilidades.
El lenguaje es generativo y recursivo. Es generativo porque genera SER y acción.
Esta cualidad hace posible establecer quiebres o interrupciones en el fluir seguro de las acciones recurrentes
basadas en los hábitos y rutinas (transparencia); es entonces cuando las personas racionalizan la situación y
surge la posibilidad de diseñar cambios. La cualidad recursiva del lenguaje permite al ser humano reflexionar
acerca de las formas de interpretar el mundo, sus acciones y las formas de usar e interpretar el mismo
lenguaje. Se generan así acciones reflexivas que permiten rediseñar las acciones directas.
La persona constituye un principio activo de coherencia de las acciones que realiza. A través de historias,
explicaciones y juicios justificamos nuestras acciones, dando coherencia y significado a todo lo que hacemos.
Esas coherencias se establecen en distintos dominios a saber: el de dar sentido a la vida a partir de las
experiencias del pasado; explicar las coherencias mediante discursos explicativos e interpretativos y
mediante juicios maestros con los cuales se refleja la particular forma de ser y constituyen ventanas de
acceso al alma humana; el dominio performativo se refiere a lo que se convierte en acción “obvia y natural”
y que constituyen prácticas sociales; también se logra coherencia desde lo moral: lo que se debe o puede
hacer y lo que no debe o puede hacerse en determinadas circunstancias o espacios; finalmente, lo emocional
determina la disposición a establecer o restringir unas conversaciones u otras. Las personas poseen fuerzas
conservadoras que restringen la posibilidad de cambiar en cuanto a la forma de ser; sin embargo cuentan
también con fuerzas transformadoras (como la identificación de quiebres) y poseen un sentido de
incompletud que lleva a la necesidad de trascender en la vida del trabajo, en lo comunitario, lo familiar, lo
espiritual, etc.
El devenir o trasformación de la persona y del ser ontológico y su diseño es posible gracias al poder que la
persona adquiere a través del lenguaje. Se entiende el poder como distinción lingüística o juicio que está en
el observador, no fuera de él. El poder se refiere a la capacidad diferencial o comparativa de lograr la
aceptación de una petición; es decir, básicamente está en el uso de la palabra. Al comparar la capacidad de
lograr la aceptación de pedidos en distintos momentos, se refleja la capacidad de aprendizaje de una
persona o entidad; de ahí se postula que el aprendizaje es una estrategia de poder y que el aprendizaje,
como modalidad de poder, es crucial en el proceso de devenir. El manejo de la emocionalidad constituye
también una fuente de poder dado que una determinada emoción puede expandir la capacidad de
aceptación de pedidos. La nueva noción del poder abre una nueva perspectiva respecto a los juegos de la
políticapero relacionándolos con el alma (lo que da el significado de la vida). Así la política como gobierno se
refiere a la responsabilidad de tomar plena posición de nuestra alma; como ejercicio de la libertad,reconoce
el carácter autónomo de las personas; deviene como arte de inventar posibles futuros; como liderazgo en
tanto transforma el espacio social; y,es un espacio para el emprendimiento.
Concluye el libro con la figura de que la vida, como espacio del devenir humano, es una obra de arte en la
que el ser humano inventa y crea su propia vida. Esta visión de arte permite superar las limitaciones que
tenemos como seres humanos y con ella podemos alcanzar los más altos niveles de dignidad.
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