El educador debe comprender los valores morales de su época aprendiendo de sus alumnos sobre sus condiciones de vida. Debe modificar sus propias ideas a través del contacto con la realidad cambiante de todos para trabajar hacia el interés común. Las dificultades a estas ideas deben superarse con la conciencia de la responsabilidad de construir una sociedad justa que ofrezca a todos los niños las condiciones para su desarrollo.