1. República bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Universidad de las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”
Hospital General “Dr. Pablo Acosta Ortiz”
Departamento de Ginecología y Obstetricia
Bases éticas, legales y
conceptuales de la salud publica en
Venezuela
Facilitar: Integrantes:
Dra. Bárbara Núñez
San Fernando –Apure Mayo del 2023
Dra Melina Cordova
Dra Isluneli Daniel
Dra Norbys Flores
Dra Lisbeth Nieves
Dra Ana Pinto
2. Introducción
En el artículo se plantea una discusión en torno a las dimensiones socioculturales
que a nivel estructural, intersubjetivo y subjetivo interactúan en la convivencia entre los
actores representantes de la medicina alópata y de la medicina indígena, y las personas
que buscan atención a sus problemáticas de salud. Se exponen ejemplos que muestran las
complejidades a las que se enfrentan los diferentes actores en contextos interculturales de
atención a la salud. El artículo inicia con una revisión conceptual que da cuenta del debate
acerca del término interculturalidad, así como de los antecedentes de su vínculo con la
salud. Se exponen diversos problemas y dimensiones de análisis a fin de reflexionar
críticamente en torno a la implementación de la interculturalidad mediante políticas
sanitarias dirigidas a población indígena. Se señalan mediaciones tales como
condicionantes estructurales, significados socioculturales de la salud y la enfermedad,
concepciones culturales alrededor del cuerpo e ideas relativas a las causas de los
padecimientos, así como el ejercicio de la interculturalidad preexistente en salud. Se
concluye con reflexiones que cuestionan la puesta en práctica de lo que se ha concebido
como interculturalidad en salud desde las relaciones de poder entre los actores que
pretenden o no la complementariedad, y con un análisis sobre los conflictos que se generan
al diagnosticar, atender y curar en contextos socioculturales diversos. Se proponen,
finalmente, reflexiones tendientes a repensar la interculturalidad ante la necesidad
apremiante e histórica de solucionar los problemas de salud en ámbitos socioculturalmente
heterogéneos, sobre todo en aquellos en los que también priman la exclusión y la pobreza.
Sobre la interculturalidad
Habiendo emanado el concepto de interculturalidad de los movimientos sociales
latinoamericanos (Bacigalupo, 2018
), los procesos y usos vinculados al mismo emergieron y se
desarrollaron desde 1970, en una búsqueda por legitimar, defender o empoderar a los
grupos étnicos y cuestionar a los sectores dominantes que los excluían, subordinaban o
discriminaban (Menéndez, 2016
). Si bien se formuló el concepto desde el movimiento indígena
ecuatoriano1
para alcanzar la transformación radical de las estructuras, relaciones e
instituciones coloniales, posteriormente se le dio un carácter funcional e individual que dejó
3. de lado el cuestionamiento del carácter monocultural y hegemónico del Estado (Walsh,
2008
; Ramírez, 2014
; Menéndez, 2016
). Es en esta disputa de significados donde se encuentran las
principales “fallas” de su implementación.
De acuerdo con tales propósitos, la interculturalidad implicaría impulsar relaciones,
negociaciones e intercambios culturales referidos a conocimientos, prácticas, lógicas,
racionalidades y principios de vida, tendientes al logro de mutua comprensión y convivencia
armónica y equitativa (Almaguer, Vargas y García, 2014
; Guzmán-Rosas, 2016
; Bacigalupo, 2018
).En contraste,
según Walsh, la interculturalidad desde los movimientos indígenas no implica reconocer,
tolerar ni incorporar lo diferente, sino colapsar desde la diferencia las estructuras coloniales
de poder a través de un proceso activo y permanente de negociación e interrelación donde
lo propio y lo particular no pierdan su diferencia, sino que aporten a la creación de nuevas
comprensiones, convivencias, colaboraciones y solidaridades (Walsh, 2008
).
Interculturalidad en salud:
Desde finales del siglo XX y en un contexto global, en la mayoría de los países de
América Latina la interculturalidad en salud se ha convertido en una política gubernamental
que pretende atender las demandas de atención sanitaria y asistencia de las comunidades
que presentan hablantes de una lengua indígena. Partiendo del supuesto de que la cultura
étnica constituye una barrera que impide el acceso a los servicios de salud, se plantea como
estrategia considerar las cosmovisiones de los "indígenas", con el fin de diseñar programas
de salud "interculturales" que favorezcan la aceptación eficaz de la biomedicina. A pesar de
compartir el mismo discurso, en México, Venezuela y Chile existen prácticas diferenciales
relacionadas con las llamadas políticas interculturales en salud. Así, en el presente trabajo
se tratará de identificar semejanzas y diferencias en la implementación de tales políticas;
de igual forma, se tratará de evidenciar las contradicciones del enfoque intercultural en el
marco de las políticas públicas y las condiciones socioeconómicas que enfrentan los
pueblos indígenas en los tres países
Interculturalidad significa una relación entre varias culturas diferentes que
comparten el mismo entorno, que se realiza con respeto y horizontalidad. Es decir, que
ninguna se pone arriba o por debajo de la otra. En esta relación intercultural, se pretende
que personas de culturas diferentes, puedan entenderse mutuamente, comprendiendo
la forma de percibir la realidad y el mundo de las otras u otros. De esta manera se facilita
la apertura para ser escuchado y enriquecerse con las ideas de los demás.
4. Son los procesos que en los servicios de salud, consideran el entorno cultural, la
diversidad y el respeto, respecto a diferentes interpretaciones relacionadas con la salud y
enfermedad: La Interculturalidad en salud propone la participación activa de los diferentes
actores sociales de la salud, considerando no sólo la relación entre las personas,
sino los recursos terapéuticos, los espacios y los aspectos administrativos y de dirección.
Etnia y raza: Si bien las naciones del siglo XXI presentan márgenes de migración
importantes y diversos, que les han aportado variedad racial y cultural, es cierto que la idea
de nación nació muy estrechamente vinculada con la de raza, es decir, con la sangre
compartida, con las semejanzas en el color de piel y en los rasgos. Esto, no obstante, no
siempre tiene el mismo valor dentro de la identidad nacional: en muchas naciones
latinoamericanas, como las del Caribe, el intenso mestizaje producido durante su historia
colonial hizo imposible determinar un criterio racial como “propio”.
Salud: La salud, según la Organización Mundial de la Salud, es un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades.
Esta definición es el resultado de una evolución conceptual, que surgió en
reemplazo de una noción que se tuvo durante mucho tiempo, que presumía que la salud
era, simplemente, la ausencia de enfermedades biológicas.
A partir de la década de los cincuenta, la OMS revisó esa definición y finalmente la
reemplazó por esta nueva, en la que la noción de bienestar humano trasciende lo
meramente físico. La Organización Panamericana de la Salud aportó luego un dato más: la
salud también tiene que ver con el medio ambiente que rodea a la persona.
se intentó complementarla, circunscribiendo la salud a tres áreas distintas:
Salud física. Corresponde a la capacidad de una persona de mantener el
intercambio y resolver las propuestas que se plantea. Esto se explica por la historia
de adaptación al medio que tiene el hombre, por lo que sus estados de salud o
enfermedad no pueden estar al margen de esa interacción.
Salud mental. El rendimiento óptimo dentro de las capacidades que posee,
relacionadas con el ámbito que la rodea. La salud radica en el equilibrio de la
5. persona con su entorno de ese modo, lo que le implica una posibilidad de resolución
de los conflictos que le aparecen.
Salud social. Representa una combinación de las dos anteriores: en la medida que
el hombre pueda convivir con un equilibrio psicodinámico, con satisfacción de sus
necesidades y también con sus aspiraciones, goza de salud social.
Salud integral: Se conoce como salud integral al estado de bienestar ideal el cual se logra
únicamente cuando existe un correcto balance entre los factores físicos, emocionales,
espirituales, biológicos y sociales. Es de esa forma que las personas logran crecer en todos
los ámbitos de la vida y, por lo tanto, se siente sano tanto física como mentalmente, además
de que tendrá plena felicidad.
Este concepto de salud engloba a varios elementos trasladándose hacia un punto
de vista holístico el cual trasciende más allá del solo funcionamiento del organismo, dicho
estado de salud ideal depende de diversos elementos, pero no cabe duda que los más
importantes son el elemento genético y el estilo de vida que posee cada individuo.
Cosmovisión: es la visión del mundo en cuanto a la realidad que crea una sociedad
en una determinada época o bajo una determinada cultura. Podríamos decir también que
es una manera de ver e interpretar el mundo.
El término cosmovisión proviene del alemán Weltanschauung, formado por otros
dos términos: Welt, que es mundo y anschauen, que significa observar o mirar. Fue
introducido por el filósofo Wilhelm Dilthey en su libro “Introducción a las Ciencias Humanas”,
entre finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Él sostenía que la experiencia de cada ser tenía su origen en el conjunto de
principios y valores que tenía la sociedad en donde se formó. También afirmaba que todas
las relaciones, sensaciones y emociones que habían sido experimentadas en ese mismo
ambiente iban a determinar en un futuro la cosmovisión individual de esa persona.
Dilthey propone tres tipos de Weltanschauung:
Primero el naturalismo, en donde el ser humano se puede ver a sí mismo como un
objeto que la naturaleza determina.
6. Por otro lado, está el idealismo de la libertad, donde el ser humano es consciente
de que está separado de la naturaleza por su libre albedrío.
Por último, está el idealismo objetivo, en donde el ser humano toma consciencia de
su armonía con la naturaleza.
Ésta está compuesta por distintas percepciones, conceptualizaciones y valoraciones
que un individuo hace o tiene sobre su entorno. A partir de las cosmovisiones, cada
individuo interpreta el contexto en el que está inserto. Es también a partir de ella que van a
elaborar sus propias definiciones de las cuestiones diarias de todo ser humano, sobre
términos como “ayuda”, “política”, “familia”, entre otras. Podemos decir que la cosmovisión,
entonces, es integral y general.
Individuo: El individuo es un organismo (unicelular o pluricelular) capaz de existir por sí
mismo en un ambiente determinado. La palabra individuo proviene de indiviso que significa
“que no se puede dividir” y hace referencia al ser que es capaz de realizar todas sus
funciones vitales y que es independiente de los de su misma especie.
El individuo es examinado por la Biología, una ciencia que abarca un amplio campo
de estudio y que analiza los componentes que determinan a un ser, su estructura molecular,
desarrollo y evolución e interrelación con otros seres.
Comunidad: es un conjunto de individuos que tienen en común diversos elementos,
como el territorio que habitan, las tareas, los valores, los roles, el idioma o la religión.
También suele ocurrir que las personas se agrupen entre sí de manera voluntaria o
espontánea por tener un objetivo en común.
Por otro lado, el término comunidad, en ecología, refiere al conjunto de seres
vivos que habitan un determinado hábitat. Por ejemplo, la comunidad de una meseta está
compuesta por todos los hongos, plantas, animales y bacterias que se desarrollan allí.
Las comunidades pueden formarse en torno a distintos elementos que los individuos
tienen en común. Estos elementos son los que conforman la identidad de cada comunidad
y por eso se puede hablar de varios tipos de comunidades.
Algunas ciencias que acuden a este término son la sociología, la politología, la
epistemología, la antropología, la lingüística.
7. Familia: Es un grupo de personas unidas por el parentesco. Esta unión se puede
conformar por vínculos consanguíneos o por un vínculo constituido y reconocido legal y
socialmente, como es el matrimonio o la adopción.
La familia es la organización social más importante para el hombre: el pertenecer a
una agrupación de este tipo es vital en el desarrollo psicológico y social del individuo.
El concepto de familia ha ido sufriendo transformaciones conforme a los cambios en
la sociedad según las costumbres, cultura, religión y el derecho de cada país. Durante
mucho tiempo, se definió como familia al grupo de personas conformadas por una madre,
un padre y los hijos e hijas que nacen a raíz de esta relación.
Sin embargo, esta clasificación ha quedado desactualizada a los tiempos modernos,
ya que actualmente existen varios modelos de familia. Hoy la familia se entiende
ampliamente como el ámbito donde el individuo se siente cuidado, sin necesidad de tener
vínculos o relación de parentesco directa.
La relación de parentesco se puede dar en diferentes niveles. Esto lleva a que no
todas las personas que conforman una familia tengan la misma cercanía o tipo de relación.
Por ejemplo: la familia nuclear es el grupo conformado por una pareja y sus hijos, mientras
que la familia extensa incluye a los abuelos, los tíos, primos.
Migración: Cuando hablamos de migración, nos referimos al desplazamiento de
poblaciones humanas (o animales, según el caso) desde un origen usual a un nuevo destino
permanente, en donde nuevamente establecen su hogar. Es un término empleado en el
ámbito sociológico y también biológico, según se hable de migraciones
humanas o migraciones animales.
En el caso de las animales, estos desplazamientos pueden ser regulares, conforme
a un calendario de apareamiento, o definitivos, debido a presiones de otra naturaleza; pero
en el caso de las poblaciones humanas suele ser un asunto más complicado, motivado por
razones de índole diversa y que impacta también a la sociedad de destino.
8. La migración es un fenómeno al que la humanidad se ha acostumbrado desde
tiempos antiguos, pues siempre ha habido grupos que por una u otra razón abandonan su
lugar de residencia para fundar nuevos poblados o unirse a los ya existentes.
De hecho, las migraciones han sido a lo largo de la historia una poderosa fuente de
diversidad cultural, racial y económica, lo cual ha fomentado el desarrollo a través del
intercambio.
Sin embargo, la migración no siempre se da en un contexto feliz. También son
abundantes los casos de desplazados por conflictos bélicos, por hambrunas o catástrofes
naturales, que buscan asilo y nuevas oportunidades en otras latitudes, por no hablar de los
exiliados y las poblaciones expulsadas por motivos raciales o políticos de sus patrias,
convirtiéndose en parias o ciudadanos errantes hasta volver a fundar un hogar en otro lado.
Enfermedad: es la de “Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias
partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos
característicos, y cuya evolución es más o menos previsible”.
Quizás es una definición de enfermedad poco comprensible. Lo que está claro es
que la enfermedad es una parte más de la salud, y de la vida en general. Es imposible evitar
las enfermedades dentro del proceso biológico, como parte natural de la interacción del
individuo con el mundo que le rodea, tanto a nivel ambiental como en el contacto con otros
seres humanos, animales, y materias en general. El concepto de enfermedad es tan amplio
como la propia vida, así que vamos a ver otra definición de enfermedad para aclarar
posibles dudas.
La enfermedad es considerada como cualquier estado donde haya un deterioro de
la salud del organismo humano. Todas las enfermedades implican un debilitamiento del
sistema natural de defensa del organismo o de aquellos que regulan el medio interno.
Incluso cuando la causa se desconoce, casi siempre se pueden explicar las enfermedades
en términos de los procesos fisiológicos o mentales que se alteran.
Se la puede considerar desde dos concepciones: una subjetiva, que es el malestar
(sentirse mal con diferente intensidad), y otra objetiva, que es la que afecta a la capacidad
de funcionar (limitación del funcionamiento corporal en diferentes grados).
9. Uno de los objetivos recomendados por todas las comunidades científicas es
trabajar en la prevención y la promoción de la salud. Es importante que la población
conozca las recomendaciones de los expertos para utilizar los servicios sanitarios de
manera preventiva.
Población: Es de uso común en distintas ciencias, tanto naturales (por ejemplo, la
biología) como sociales y formales (especialmente la demografía y la estadística), pero su
definición no siempre se hace en un mismo sentido específico.
El uso popular y común de esta palabra remite a la cantidad de personas que hay
en un determinado momento en un lugar específico. Este concepto es similar al que maneja
la estadística, que se usa para los integrantes de cualquier muestra: si entrevistamos a 200
turistas europeos en un balneario en Marruecos, ésa es la población estadística.
La demografía es la ciencia que estudia las poblaciones y se interesa por las
personas que habitan una geografía determinada. Es decir que las considera como un ente
colectivo con continuidad en el tiempo, cuyos individuos comparten características y
conductas que determinan esa permanencia.
Una población es, desde este punto de vista, el stock de personas que hay en una
región determinada. Los estudios sobre la población forman parte de distintas
aproximaciones a la sociedad, que buscan comprender el modo particular en que se
organizan las distintas culturas y naciones, así como las dinámicas particulares a las que,
como colectivo, se enfrentan.
De esa manera, es posible hablar de población activa, población en riesgo,
población electoral y un inmenso etcétera, dependiendo de cuál punto de vista se emplee.
Asimismo, una mirada histórica de la población brinda información, por ejemplo, sobre la
calidad y modo de vida de su gente en un momento cronológico determinado.
Ubicación Geográfica: la identificación de un lugar específico del planeta, mediante el uso
de diversas herramientas como mapas, brújulas, coordenadas o sistemas de
geolocalización.
10. En la actualidad, tener acceso a la ubicación geográfica es una información vital en
el área tecnológica, ya que permite identificar en tiempo real un punto específico de la Tierra
y conocer el paradero de un dispositivo, persona o animal.
Esto también ha contribuido a crear herramientas que faciliten el desplazamiento de
individuos y grupos, como mapas digitales, aplicaciones para conocer el estado del tránsito
vehicular o de las vías públicas, etc.
Lengua e Idioma: En el ámbito específico de la comunicación verbal y el uso del
idioma, se entiende por registro formal (también referido como lenguaje formal) y registro
informal (referido como lenguaje informal) a los dos distintos modos de empleo de la lengua
en situaciones comunicativas dadas, o sea, dependiendo de a quién nos dirigimos y en qué
contexto.
De esta manera, el lenguaje formal es el modo de habla que mayor atención presta
al idioma. Utiliza palabras y giros más complejos, se esmera en la pronunciación y presta
atención a las normas del idioma, procurando todo el tiempo establecer una comunicación
lo más clara y respetuosa posible. Es el manejo del idioma que hacemos, como su nombre
lo señala, en situaciones formales, como dictar una clase, dar una conferencia académica
o hacer una propuesta de negocios.
En cambio, el lenguaje informal es el modo de habla más libre, coloquial y relajado,
propio de situaciones en las que hay un alto grado de familiaridad, confianza o libertad. En
general apuesta por un lenguaje llano, rápido y simple, sin muchas complicaciones ni usos
rebuscados, incurriendo incluso en coloquialismos, vulgarismos y giros informales. Es el
manejo del idioma que hacemos en situaciones de informalidad, como al tomar algo con
nuestros amigos o al discutir con un desconocido en la calle.
No debemos confundir este uso del término lenguaje formal con el uso que es propio
de las matemáticas, lógica y ciencias de la computación. En estas disciplinas, un lenguaje
formal es un conjunto de signos cuyas reglas de uso están explicitadas en una gramática
(gramática formal), y que opera como un conjunto cerrado. En esto se diferencia de los
lenguajes no formales.
11. Caracterización de las comunidades y poblaciones según el enfoque cultural:
Este se basa en la compresión de las relaciones que existen entre la cultura y la
sociedad, esta perspectiva busca identificar las principales características culturales de un
grupo social incluyendo sus creencias, valores tradiciones, costumbres y prácticas.
Las comunidades y poblaciones pueden caracterizarse según su enfoque cultural
de varias maneras. (Relaciones sociales, impacto de globalización, identidad cultural,
impacto de globalización e identificación generacional).
Caracterización del paciente según el enfoque intercultural:
Se basa en la comprensión de su cultura valores y tradiciones, así como en las
diferencias culturales que puedan influir en su salud y bienestar, esto indica tener en cuenta
aspectos como: religión, idioma, etnia, historia migratoria, posición social y económica entre
otros.
En este enfoque se reconoce que cada cultura tiene sus propias creencias, y
prácticas en relación con la salud y enfermedad, y que estas creencias pueden influir en la
experiencia del paciente y en la forma en la que se acerca a la atención médica, por lo tanto
es importante que el personal de la salud tenga en cuenta estos factores al brindar atención
médica a pacientes de diferentes culturas.
Conclusión
En este recorrido, que dista de ser exhaustivo, a través de temas que resultan
relevantes en relación con la interculturalidad en salud, resta preguntarnos cómo
ponderarla.
Si se ha tendido a asumir que es posible una acción paralela y complementaria entre
terapeutas tradicionales y médicos académicamente formados, tal y como sería de
esperarse desde la perspectiva de las instituciones médicas, los temas discutidos revelan
que tal no es el caso.
Es por un lado necesario problematizar ciertos aspectos de la participación de los
médicos indígenas en temas de salud que van más allá de lo estrictamente médico, lo cual
12. no siempre puede ser pensado positivamente; por ejemplo, el hecho de propiciar conflictos
sociales y tensiones emocionales en las personas enfermas mediante sus diagnósticos,
particularmente aquellos asociados a acusaciones de brujería, que nutren un sentido de
amenaza constante (Eroza, 2016). Es de mencionar también que las fallas percibidas o
reales de sus operaciones suelen ser motivo de conflicto, lo que hace de los terapeutas
tradicionales figuras ambivalentes en lo que se refiere a su calidad moral, por lo que ellos
mismos suelen ser blanco de violencia y objeto de sospecha y, por ende, de acusaciones
de brujería (Eroza, 2006
; Eroza y Magaña, 2017
).
Por tal razón, sus roles deben ser entendidos dentro de su contexto cultural más
amplio para así apreciar en su justa dimensión el papel que desempeñan respecto a la
salud y la enfermedad. No se puede asegurar que su participación incida siempre de
manera favorable en términos de lo que podríamos llamar eficacia simbólica como una
categoría análoga a la del efecto placebo. Pero puede afirmarse que de algún modo influyen
en el manejo de la ansiedad ocasionada por los padecimientos y las experiencias
desafortunadas al dotarlas de algún sentido moral, aun cuando sus diagnósticos tiendan a
ocasionar temor y ansiedad.
Tampoco se puede descartar, por supuesto, la efectividad de la herbolaria, un
corpus de saberes que los grupos indígenas han heredado por generaciones. Es este uno
de los aspectos que ciertos círculos académicos someten a escrutinio científico para validar
la eficacia de sus principios activos y para fines lucrativos de la industria farmacéutica, sin
considerar la relevancia del entramado cultural en el que su uso también se circunscribe.
Pero, pese a las reservas que podamos mantener en torno al rol de los sanadores
indígenas, en realidad estamos hablando de personas muy diversas, con distintos niveles
de reconocimiento y autorreconocimiento en sus entornos. Algunos se limitan a tratar
padecimientos menores mayormente mediante herbolaria y operaciones rituales “sencillas”.
Sin embargo, los considerados hombres y mujeres de conocimiento por parte de los
miembros de su comunidad, dirigen su actuación a males mayores e infortunios que se
consideran causados por agentes sobrenaturales, en ocasiones coaccionados por la
mediación humana. Son estos actores quienes, si bien son vistos de manera ambivalente
al causar a la vez miedo y respeto, su corpus de saberes persiste como un enigma ante
nuestros empeños científicos fragmentados y plagados de prejuicios, por lo mismo
incapaces de discernirlo en su justa dimensión. Si bien pueden aparecer frente a nuestra
13. mirada como figuras romantizadas por los estudios sobre chamanismo, por las visiones new
age y aun por la literatura, en tanto que depositarios de conocimientos de gran valor, estas
perspectivas deben ser, por lo menos, un recordatorio a la inmediatez y estrechez de
nuestras certezas, de que la salud y la enfermedad son constituyentes de la experiencia
humana en su indisociable relación con el mundo en el sentido más amplio.
A través de los temas abordados es posible vislumbrar la gran complejidad que
conlleva la disyuntiva de solucionar problemas de salud en ciertos contextos culturales.
Aunque los estudios relacionados con cuestiones de interculturalidad en salud abundan, ha
prevalecido, desde nuestro punto de vista, una perspectiva preconcebida basada sobre
todo en posturas epistémicamente médicas. Tal orden de cosas tiende a impedir el flujo
libre de información que permita observar cómo la salud y la enfermedad se conectan con
otros muchos aspectos de la vida social y de la cultura, y aun con el medioambiente
circundante de las poblaciones indígenas. Creemos que en tanto no se modifique esta
mirada seguiremos teniendo dificultades para entender el sentido más amplio y profundo
que los miembros de estas poblaciones confieren a sus experiencias de salud y
enfermedad, así como su comportamiento en la interacción con la medicina científica y sus
representantes. Un abordaje diferente implicaría realizar estudios a profundidad de largo
aliento en las comunidades mismas, despojándonos al hacerlo de preconcepciones que la
formación académica nos ha heredado. Se trata, sin embargo, de una aspiración difícil de
alcanzar en el marco de un orden académico en el que rige la productividad científica y una
inmediatez que no hace más que agudizar nuestra ceguera.
Ante tales circunstancias, ya que la necesidad de resolver problemáticas sanitarias
en los contextos indígenas sigue vigente, es aconsejable por lo menos actuar con mayor
humanismo y humildad y abrir espacios de escucha y autonomía para que la gente pueda
decidir su relación con la biomedicina. ¿Por qué aislar a los pacientes de sus familiares?,
¿por qué no hacer los espacios médicos más amables?, ¿por qué juzgar su
comportamiento sin conocer sus motivos?, ¿por qué no hacer un esfuerzo por escuchar y
entender?, ¿por qué no despojarnos de nuestra investidura y nuestras certezas y
plantearnos preguntas cuyas respuestas no son las que ya conocemos? Ejercer como
profesional de la salud en contextos indígenas es, a fin de cuentas, una oportunidad
inmejorable para experimentar en carne propia la interculturalidad en salud.