El documento clasifica la economía en cuatro sectores: primario (agricultura, ganadería, pesca, silvicultura y minería), secundario (industria de transformación), terciario (servicios como comercio, transporte, educación) y cuaternario (servicios intensivos en conocimiento como investigación e innovación). Describe las actividades clave de cada sector y cómo su importancia relativa cambia a medida que un país se desarrolla, con una disminución del sector primario y un aumento de los sectores secundario y terciario.