La segunda condición de equilibrio establece que la suma algebraica de los momentos de todas las fuerzas respecto a un punto cualquiera debe ser igual a cero. Para evitar la rotación, el cuerpo debe encontrar equilibrio aplicando fuerzas que lo equilibren. Esta condición se basa en la palanca y permite multiplicar una fuerza aplicada lejos del punto de apoyo para superar una resistencia.