Las reformas de Gorbachov en la Unión Soviética agravaron la crisis del bloque socialista, llevando a (1) la caída del Muro de Berlín y el Pacto de Varsovia, (2) el fin de los regímenes comunistas, y (3) la desintegración de la Unión Soviética, marcando el fin de la Guerra Fría y el triunfo del capitalismo sobre el socialismo.