El estudio implica el esfuerzo de adquirir y comprender información a través de métodos como la investigación, mientras que el aprendizaje es el proceso de adquirir nuevos conocimientos y habilidades como resultado del estudio o la experiencia. A diferencia del estudio, el aprendizaje conduce al entendimiento y aplicación práctica, por lo que la información aprendida es menos propensa a olvidarse. Ambos procesos requieren la aplicación de técnicas de estudio para lograr sus objetivos.