Las instituciones educativas y las empresas comparten algunas similitudes en la aplicación de conceptos administrativos, como buscar la satisfacción de sus clientes y establecer conexiones para generar buena reputación. Sin embargo, también existen diferencias importantes, como que los clientes de las empresas buscan bienes y servicios a cambio de dinero, mientras que los estudiantes de las instituciones educativas buscan adquirir conocimientos de manera gratuita o subsidiada, y los proveedores de las empresas ofrecen bienes y servicios a cambio de dinero, mientras