Los sensores de proximidad capacitivos producen un campo electrostático en lugar de un campo electromagnético como los inductivos. Funcionan detectando cambios en la capacitancia cuando un objeto se acerca, ya sea metálico o no metálico. El sensor mide la amplitud de un oscilador cuya frecuencia cambia cuando un objetivo entra en el campo electrostático, y dispara cuando alcanza un nivel específico. La habilidad de detección depende de la constante dieléctrica del objetivo, siendo más fácil detectar