El documento discute la protección jurídica del software. Explica que a medida que la industria de software creció para representar el 70% del capital de la industria de la computación, los creadores de software requirieron una protección legal efectiva para sus derechos. El documento luego analiza varias vías legales potenciales para proteger el software, incluidas las leyes de patentes, derechos de autor y contratos. Concluye que mientras ninguna vía ofrece una protección perfecta, los derechos de autor pueden ser los más adaptables.