El documento resume la evolución del drama a través de los períodos medieval, renacentista y actual. En la Edad Media, el drama tenía fines religiosos y se representaban obras de misterios y milagros. En el Renacimiento, el foco cambió al hombre y destacó Shakespeare con sus comedias y tragedias. Hoy en día, el drama expone problemas humanos y surgió el teatro del absurdo para ilustrar la condición humana.