El tenis de mesa se originó en Inglaterra en la década de 1870 utilizando mesas de billar y tapones de corcho como pelotas. Se juega entre dos o cuatro jugadores divididos en dos equipos y se caracteriza por requerir coordinación, habilidades psicológicas como la capacidad de lidiar con la victoria y la derrota, y valores sociales. Las reglas básicas establecen que un set se gana al llegar primero a 11 puntos o al obtener una ventaja de dos puntos cuando el marcador está empatado 10-