ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
teologiallamados a las bodas cordero.pptx
1. Este punto ha sido objeto de no poca discusión
expositores bíblicos. Todos están de acuerdo en
el Señor Jesucristo, y que la “esposa” es la iglesia.
existen discrepancias es en la identificación de
cena”.
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS
DEL CORDERO
2. Algunos opinan que los “llamados” son huéspedes
especiales para presenciar y tomar parte de la
pero solamente como amigos de los desposados
de la celebración. Así es como muchos sugieren
llamados” serán los santos del Antiguo
la tribulación, los judíos, los Ángeles, etcétera.
una de estas teorías encuentran algún tipo de
contexto general de la profecía.
(A) QUE NO SON PARTE DE LA IGLESIA
3. No existen razones que impidan entender que los
cena de las bodas son los que han sido también
participar de todas las bendiciones de Dios, los
iglesia.
Autoridades en el campo de la exposición de
presentan la alternativa viable de que los
las bodas del Cordero son los mismos integrantes
Cristo.Hay personas que cuestionan el que los
como la esposa puedan a la vez ser los llamados;
recordar que esta es una metáfora, en la cual
inexplicables.
(B) QUE ES LA IGLESIA
4. George Eldon Ladd teologo bíblico se opone a la teoría de
llamados sean dos compañías distintas. Él escribe: “Cristo
como el Pastor en Apocalipsis 7:17, y también es un
19:11. Del mismo modo, la iglesia es tanto la esposa
Otro exegeta dice: “Los santos son la esposa, pero
convidados a la fiesta de bodas. Las dos figuras
(19:9) y la sinóptica (Mateo 22:2), se combinan e
(B) QUE ES LA IGLESIA
5. Otro reconocido Teólogo Robert Hayden Mounce también lo ve de esa
manera: “Nótese que en los versículos 7-9, la iglesia se presenta como la
esposa y también como los llamados a la cena.
Lejos de constituir una contradicción, este tipo de libertad es una
característica normal en los escritos apocalípticos.”
Una postura conciliatoria consistiría en ver a los llamados a la cena de las
bodas del Cordero como santos de las edades pasadas y futuras, pero que
deben ser considerados como “bienaventurados” o dichosos al ser llamados
a formar parte de la iglesia desposada con Cristo.