El documento describe tres enfoques del aprendizaje: el estructuralismo creado por Edward Titchener, que estudia la experiencia consciente y descompone los contenidos mentales en sensaciones elementales; el conexionismo de Thorndike, que se centra en las conexiones entre estímulos y respuestas; y el funcionalismo, que analiza cómo el aprendizaje sirve para que los organismos se adapten a su entorno.