El documento analiza la relación entre políticos y policías en Argentina y presenta varios casos de corrupción entre ambos desde la dictadura de 1976 hasta la masacre del puente Pueyrredón en 2002. Concluye que hubo una estrecha relación de complicidad para desarrollar sus objetivos sin intervención jurídica, como se evidenció en distintos sucesos de fines del siglo XX y principios del XXI.