Sócrates creía que la sabiduría no consiste en acumular conocimiento sino en revisar lo que se sabe para construir conocimientos más sólidos. Lo más importante, según Sócrates, era conocerse a sí mismo, porque solo así se podía entender la naturaleza de la virtud y el vicio, y relacionarse armoniosamente con los demás. Sócrates enseñaba que debemos buscar siempre la verdad aunque sea desagradable, y que aceptarse a uno mismo es fundamental para la felicidad personal y las relaciones con los demás