POEMAS ILUSTRADOS DE LUÍSA VILLALTA. Elaborados polos alumnos de 4º PDC do IE...
triptico sobre el bullyng primaria educacui
1. Aunque no se pueden evitar, los conflictos pueden
manejarse a tiempo para que las pequeñas diferencias
no crezcan y se conviertan en un problema de graves
consecuencias. Para ello se requiere comprender cómo
surgen, se desarrollan y se resuelven los conflictos,
aprender a responder sin violencia y a eliminar las
actitudes que empeoran los conflictos.
Es fundamental, entender que todos somos
responsables para atender el acoso escolar:
autoridades, directores, docentes, familias y tú.
Los niños y adolescentes empáticos cuando son
testigos de una situación de acoso o maltrato escolar,
tienen más probabilidades de generar conductas
activas en favor de la víctima. Suelen ser quienes
piden ayuda: contando a un adulto que esté en
condiciones de intervenir.
Tienes derecho a convivir en paz, a ser tratado con
respeto y a ser protegido de situaciones de riesgo.
También a recibir una educación en la que aprendas a
convivir, a ser mejor persona cada día y a desarrollar
tu potencial.
El bullying, o acoso escolar, es la conducta
agresiva que tiene un individuo hacia otro
y que está acompañada del maltrato
físico, verbal o psicológico en el contexto
escolar, que se repite de manera
frecuente hasta generar daño físico y/o
emocional.
A veces es difícil de detectar, ya sea
porque tenga lugar fuera de la presencia
de los adultos o porque utiliza las nuevas
tecnologías para amplificar la humillación
de la víctima y preservar el anonimato de
los agresores.
Las agresiones físicas por contacto incluyen empujones,
patadas, zancadillas, golpes o rituales de iniciación. Por su
parte, la agresión física sin contacto se refiere a las
2. acciones de quitar o deteriorar las pertenecías de la víctima,
por ejemplo, robarle dinero, patear sus cosas, entre otros.
Este tipo de bullying se caracteriza por la constante
intimidación, chantaje, manipulación, persecución o amenazas
que recibe la víctima por parte de su agresor. También se
incluyen los casos en los que el opresor obliga a la víctima a
realizar cosas en contra de su voluntad.
Esta agresión se lleva a cabo de diferentes maneras, por lo
general, incluye insultos, sobrenombres, apodos, el invento de
rumores o mentiras sobre la víctima. También se deben
mencionar las burlas acerca de una discapacidad o rasgo
físico específico de la víctima.
Busca aislar a la víctima del grupo, ignorándola, excluyéndola
y aislándola del resto. También son discriminados por sus
rasgos físicos, posición económica, intelectual o racial.
Con el aumento de las nuevas tecnologías, este tipo de actos
se ha vuelto cada vez más frecuente. Es un tipo de acoso
muy grave y preocupante debido a la gran visibilidad y
alcance que se logra con los actos de humillación contra la
víctima y el anonimato en que pueden permanecer los
acosadores. Los canales son muy variados: mensajes de
texto en móviles, tablets y computadoras, páginas web y
blogs, juegos en línea, correos electrónicos, chats, encuestas
en línea de mal gusto, redes sociales, suplantación de
identidad para publicar mensajes, etc.
Incluye acoso, inducción o abuso sexual o referencias
malintencionadas a las partes íntimas del cuerpo de la
víctima. También incluye el acoso homófobo, que es cuando el
maltrato hace referencia a la orientación sexual de la
víctima por motivos de homosexualidad real o imaginaria.
CAMBIOS DE CONDUCTA
EN NUESTROS
HIJOS
Falta de interés o la insistencia en no
querer acudir a la escuela.
Ser llamado con frecuencia de la
institución por distintos malestares
físicos.
Si lo ves desalineado, despeinado, con la
ropa o mochila rota.
De regreso a casa lo nota callado,
inseguro o distraído.
Pierde con frecuencia sus pertenencias o
útiles.
Si solicita dinero más de lo habitual o lo
toma sin pedirlo.
Se muestra irritable, quejoso, enojado etc.
Estos u otros cambios en su conducta habitual
funcionan como alertas. Es un modo alternativo de
pedir ayuda.
Inicialmente se negará a hablar sobre el tema, es
fundamental que pueda trasmitir a su hijo seguridad,
confianza y apoyo no solo con las palabras sino
también con su mirada, tono de voz, lenguaje corporal.
Si luego de esta conversación no descarta la
posibilidad de que su hijo este siendo víctima de algún
tipo de maltrato, sin dudarlo solicite una entrevista
con el directivo para indagar al respecto.