Los principales yacimientos de la evolución humana en la Península Ibérica incluyen Sima de las Palomas con restos de Homo neandertalensis de hace 97,000 años, Venta Micena con un cráneo de hace 1.5 millones de años y Atapuerca con restos de hace 790,000 años. La evidencia más antigua procede de Cúllar Baza con 400,000 años, mientras que los primeros utensilios datan de hace 2.3 millones de años y el dominio del fuego de hace 400,000 años.