1. Es esta una integración del análisis del caso que, con nuestros aportes
individuales, hemos hecho y comenzamos con una ubicación en la
historia del mismo.
Spitafields es un sitio ubicado al este de Londres, en la época, entre los años
1810 al 1830 hubo múltiples ensayos y emprendimientos relacionados a
educación de niños y adultos, emparentados con otros llevados a cabo tanto en
Europa como en América.
En América en particular se practicaban tres tipos de enseñanzas, el sistema
simultáneo (un maestro para alumnos de varias edades), el sistema individual
(un maestro para grupos bien diferenciado de edad), y el tercero llamado
método de Lancaster o sistema mutuo de enseñanzas que es el que se
presenta en el caso que analizamos.
En esos momentos comenzaba a distinguirse la formación de la instrucción, la
actividad en las escuelas se orientaba al trabajo, aunque trataban la
matemática, lengua, geografía y a modo recreativo cultivaban la música y la
danza; estaba en pleno desarrollo de la revolución industrial, esa era la realidad
imperante. Los males del progreso golpeaban duro en el proletariado, existían
muchos problemas sociales a expensas de la exacerbación de la dedicación al
trabajo, el sufrimiento por la explotación se hacía sentir y se daban luchas
gremiales entre la clase obrera y la patronal. En medio de todo este movimiento
había que llevar a cabo la educación de la comunidad, muchos niños eran
puestos al servicio del trabajo a muy temprana edad.
El sistema Lancaster o sistema mutuo de enseñanzas permitía enseñar cuando
se carecía de maestros, el mismo consistía en que el maestro individualizaba a
los alumnos más destacados, los que eran seleccionados como monitores. El
maestro solo enseñaba a los monitores luego estos transmitían la enseñanza a
sus compañeros. Los alumnos se ubicaban en grupo de diez y ocupaban un
banco común frente al monitor, este les mostraba tarjetas con el modelo a
copiar y los niños la copiaban en una mesa con arena, cuando dominaban la
escritura en la arena copiaban en pizarra, luego en tarjetas y finalmente en
cuadernos. Frente a la clase se ubicaba el maestro. Para mantener motivados
a los monitores se les entregaba premios frente al resto de los alumnos para
que también se sientan motivados. Estaba prohibido el maltrato de los
alumnos, la disciplina se manejaba con un silbato que poseía el maestro.
El método lancasteriano, promovido en Argentina y en otros países
latinoamericanos por Diego Thompson , delegado para toda América Latina de
la ‘Royal Lancasterian Society’, constituye la única tentativa seria de educación
popular realizada en el país hasta 1852 .
2. Los mismos alumnos de la escuela prestaran servicio laboral. En este
momento histórico y social se centra el relato de los docentes que escriben “un
desierto a cultivar”, justo cuando abrumados por la industrialización del mundo
algunos empezaron a sentir la necesidad de regresar al trabajo artesanal, a los
cultivos y a la descentralización de los polos de una civilización que estaba
desnaturalizando la esencia del ser humano, era imprescindible volver a ubicar
al niño en el centro y el motivo de todo esfuerzo educativo, estudiarlo para
comprender sus cualidades y buscar la mejor manera de orientar y construir su
formación personal.
Probablemente, para quienes tenían en su corazón la vocación docente, y
compartían la pasión por la formación de los niños, en ese contexto, lo correcto
era actuar.
Esta pareja de educadores tienen una posición coherente entre su decir y su
hacer, estimaron que necesitaban los monitores y trabajaron para conseguir
esos monitores para llevar adelante sus instrumentos didácticos, tal vez desde
nuestro paradigma de cómo es la enseñanza, de cómo aprende el alumno, sea
errado su método, no se acerca a los enunciados de la Pedagogía Crítica en
muchos aspectos, tampoco la realidad socio económica y cultural del grupo de
docentes era la misma a la actual, incluso los paradigmas de la educación eran
otros, es de recordar cuales son los de la actual ley de educación: Sostener la
democracia, Formar al ciudadano, Formar para el trabajo.
Otro punto que es de resaltar es el valor que tiene el hecho del análisis de las
prácticas docentes conocidas por los profesores del caso seleccionado y su
posterior re adaptación a su realidad dentro del aula, reconocen la situación de
sus alumnos y no importa que tan distante esté esta de sus objetivos, se ponen
manos a la obra y obtienen logros. Que importante es que nosotros en nuestra
práctica reconozcamos el contexto de nuestros alumnos y aunque este sea un
desastre (como dice Freire), es a partir de él y sin discriminación como
podemos acompañar a los alumnos para que puedan modificarlo.
¿Cuántas veces se considera el cultivar un desierto, como una situación de la
que no importa lo que hagamos no vamos a conseguir nada?, ¿no es mejor
tomar conciencia de que es un ambiente en el que a pesar de que tiene
condiciones extremas, crecen y se desarrollan una gran variedad de formas de
vida?, solo que para verlas hay que estar muy atentos.
También es significativo que un particular haya tomado la iniciativa de
responder a las necesidades de educación y esta pareja de educadores
valiéndose de sus generosos aportes, realizados por Mr. Joseph Wilson,
pudieron hacer su entrega, convencidos de sus principios, como parte de una
evolución que llegada a nuestros días, nosotros continuamos, convencidos de
nuestros propios principios, y a sabiendas que estamos evidenciando un
3. cambio inminente que se vislumbra a través del uso de nuevas herramientas
como medio de acceder a la formación integral de las personas.
Volvemos al tema de las premisas para resolver el porqué de sostener un
sistema educativo.