El padre y su hijo habían perdido a la madre a causa de una enfermedad contagiada por la Reina de Corazones. Para revivirla, buscaron al mago del 8 de Oro, quien les dijo que debían encontrar a una bruja. Esta les puso la condición de adivinar un acertijo, y cuando el niño acertó "murciélago", la bruja revivió a la madre con su varita.