El documento describe el mundo rural de México a principios del siglo XX. La mayoría de la población (85%) vivía en áreas rurales, principalmente en grandes haciendas donde trabajaban como peones. Los peones tenían diferentes grados de independencia dependiendo de si vivían en las haciendas, trabajaban temporalmente o poseían pequeñas parcelas de tierra. Otras unidades rurales eran las comunidades campesinas indígenas y las regiones con una "clase media" de pequeños agricultores y comerciantes más independientes.