El documento describe el sistema político de España en el siglo XIX conocido como el Sistema Canovista. Este sistema se estableció tras la restauración borbónica y se caracterizó por un bipartidismo entre los partidos dinásticos conservador y liberal, que se turnaban en el poder de forma pacífica. El sistema se mantuvo estable gracias a la constitución de 1876 y al apoyo de la iglesia y el ejército, aunque se vio afectado por la corrupción política y el falseamiento de la voluntad popular.