El documento discute la noción de autoridad pedagógica según Hannah Arendt. Explica que la pérdida de autoridad del maestro ocurre en el contexto de una crisis más amplia de la autoridad política en el mundo moderno. Sin embargo, Arendt sostiene que la educación requiere cierta autoridad y tradición para transmitir responsabilidad por el mundo a los jóvenes y así asegurar su renovación. Propone pensar la autoridad vinculada a la responsabilidad para guiar la educación en la actualidad.